El desafío global  es buscar soluciones para minimizar el impacto del desarrollo urbano sobre los ecosistemas de humedales compatibilizando la sostenibilidad de los cuerpos acuáticos con el crecimiento de las ciudades. 

Por esto se ha desafiado a generar un fuerte vínculo entre los humedales Küla Kura y la comunidad aledaña y que sea ella quien aproveche al máximo de los beneficios que entrega el humedal; así que este sea cuidado y resguardado por los mismos vecinos con este lazo que se ha propuesto impulsar. 

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Por esto el enfoque estará en entregarle herramientas necesarias a las personas del sector para que conozcan lo que sucede en los humedales y se conviertan en verdaderos gestores del cambio. Algunas de esas herramientas son el conocimiento de los bioindicadores y del caudal del cauce; un registro continuo de la flora y fauna; y la implementación de mediciones periódicas simples de algunas sustancias del agua.

 

Luego promover acciones activas de conservación del medio, empezando por jornadas de limpieza que logren una recolección masiva de los residuos que actualmente se encuentran en los humedales. Es importante recalcar que estas jornadas pueden variar en frecuencia según el avance que exista en este ámbito, ya que no tendrán el mismo impacto en las diferentes etapas del proyecto en un inicio del proyecto que una vez que se extraiga cada vez más la basura del lugar. 

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Con esto se puede ver que la reciprocidad es uno de los pilares fundamentales de nuestro proyecto ya que si las personas son capaces de cuidar su entorno de forma horizontal, es decir, que nazca de ellos y con autonomía territorial, los humedales se ven, de forma obvia, directamente beneficiado de este cambio de actitud, con una comunidad que lo resguarda y que se ve favorecida de las funciones medio ambientales propias que poseen los humedales Küla Kura.